domingo, outubro 09, 2005

Salmo

Ya nadie nos moldea con tierra y con arcilla,
ya nadie con su hálito despierta nuestro polvo.
Nadie

Alabado seas, Nadie.
Queremos por tu amor
florecer
contra ti.

Una nada
fuimos, somos seremos,
floreciendo:
rosa de
nada, de nadie.

Con
el pistilo almalúcido,
cielo desierto el estambre,
la coroja roja
de la palabra púrpurea que cantamos
sobre, oh sobre
la espina.

Paul Celan
Versão de José Angel Valente in «Hablar/Falar de Poesia, nº 1, 1997

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